Hola a tod@s de nuevo, esta semana me ha tocado el rol de La Crítica, y he decidido informaros sobre la situación actual de Palestina.
He decidido obtener la información de una página denominada Palestina Libre, en la cual, nada más entrar, tuve una rara sensación, como si me hundiera en una profunda tristeza...
En primera plana, esta desgarradora historia:
(Si queréis ver la noticia podéis pulsar el título y os saldrá el enlace)
Dejando a un lado esa noticia, no porque sea menos importante, sino porque veo esencial mostrar algo que ha salido recientemente en las noticias, y es la forma en la que se está alabando a Israel en las vacunaciones, pero lejos de este éxito, en la otra cara de la moneda, vemos como Israel está incumpliendo el derecho internacional, hace caso omiso, dado que "La Cuarta Convención de Ginebra (artículo 56) estipula la responsabilidad del ocupante por salud e higiene de la población ocupada, con referencia particular a enfermedades contagiosas y pandemias".
Israel ha estado vacunando a una gran parte de la población, dejando atrás a la población palestina, recurriendo a la vieja guerra contra palestina, ¿es esto ético y moral? Ya os dejo yo la respuesta; no.
Mientras tanto nosotros sigamos aplaudiéndoles, dejándoles hacer a la humanidad menos humana.
Están excluyendo a 2.7 millones de palestinos de Cisjordania, y a otros 2 millones en Gaza, pero lo más sarcástico es, que según los funcionarios israelíes, de estos se deberían ocupar las autoridades palestinas.
Y ahora os pregunto, ¿no os parece un tanto hipócrita? ¿o no será que en los momentos más duros es cuando realmente se ve la verdadera cara de la humanidad?
Sin embargo, me juego algo a que no teníais ni idea de esto, porque claro, lo que no interesa se esconde, así somos nosotros, porque es más importante mostrar como ha quedado un equipo de fútbol, a ver cuantas personas están muriendo a diario, ya bien sea por ocupaciones a países, o por guerras absurdas, donde, vuelvo a recalcar, porque parece que se nos olvida, mueren miles de personas a diario.
Todo la carga del mundo está en nuestras manos, ni en las de Dios ni en las de "los poderosos", somos nosotros quienes debemos tomar las riendas de este caos llamado mundo.
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